Vivienda, oficinas y comercio, y compra de ‘stock’ viejo para nuevas obras, entre las alternativas.
Vivienda de interés social (VIS), oferta residencial de estrato medio –a pesar de que ya no hay subsidio a la tasa– y hasta iniciativas respaldadas por los fondos inmobiliarios, son algunas de las sugerencias de inversión para el próximo año.
Para entender cómo estará el mercado y a qué apuntarle para diversificar las opciones de negocio, EL TIEMPO consultó a varios analistas, quienes identificaron las oportunidades. Para comenzar, las primeras alternativas tienen a la VIS en la punta de la lista; de hecho, para este segmento se habilitarán 32.000 cupos del programa Mi Casa Ya en el 2019.
Oferta de segmento medio
Sobre este mercado, EL TIEMPO hizo un análisis en la edición pasada, a propósito de las opiniones que surgieron tras el anuncio de que no contaría con el apoyo del subsidio a la tasa. A pesar de esto, varios constructores coincidieron en que el negocio sigue, hay casi 60.000 unidades en oferta y –por lo menos ahora– las tasas hipotecarias aún son manejables.
Al respecto, el gerente del Grupo Oikos, Luis Aurelio Díaz, destacó que están desarrollando más de 25 proyectos en el país. “Manejamos una cartera inmobiliaria que supera los 30.000 millones de pesos al año y, además, para satisfacer la demanda de los colombianos en materia residencial, tenemos un portafolio de vivienda amplio enfocado en los estratos medio y bajo, donde hay un potencial grande”.
El arriendo también está en la lista
El alquiler es otro mercado en alza. El consultor de banca de inversión, César Llano, reconoce que está en un proceso de transformación y es una opción válida para quienes no desean ser propietarios.
“Hay gastos asociados a la compra en los cuales muchas personas no quieren incurrir; igual, desde que existan estos clientes, también habrá compradores de viviendas nuevas o usadas para la renta, y de esta forma se mantendrá la dinámica en diversos frentes”, señala.
En línea con esta figura, pero de la mano del leasing, hay otras apuestas cada vez más cercanas a los inversionistas. De hecho, en el listado de las políticas públicas están el programa del Gobierno, Semillero de Propietarios (un subsidio para comprar vivienda en arriendo), que aseguró 452.000 millones de pesos para los primeros 40.000 subsidios, de un total de 200.000. Para el funcionamiento de esta iniciativa de arrendamiento social, que opera como un leasing, el presidente Iván Duque firmó el decreto 2413.
También en el FNA
El Fondo Nacional del Ahorro (FNA) también tiene Ahorra tu Arriendo, que igualmente maneja el alquiler con opción de compra para los afiliados que tengan sus cesantías o su ahorro voluntario en la entidad. Incluso, los independientes pueden beneficiarse. Este programa apoya a quienes ganan hasta 2 salarios mínimos, entre 2 y 6, y más de 6.
De esta forma, están abiertas las posibilidades de adquirir una casa o un apartamento con precios de hasta 105 millones de pesos y entre 105 y 432 millones. Quienes devengan más de 6 salarios mínimos pueden acceder a oferta de más de 432 millones de pesos. A los programas del gobierno se suma el leasing habitacional de la banca tradicional, muy utilizado para adquirir inmuebles de rango medio.
A estas apuestas de inversión tradicional, varios representantes del sector les agregan otras, poco exploradas, pero importantes para quienes desean diversificar su portafolio.
Inversión fuera de lo común
Por ejemplo, Llano señala que si estuviera en sus manos, “en el 2019 compraría todo lo que se pueda convertir en tierra urbana. Esto significa, desde casas de barrio, o sea, inventario viejo con potencial de desarrollo, hasta edificios completos”.
Obviamente, en el segundo caso la gran mayoría no cuenta con los recursos para un negocio de esas características. Por eso, Llano recuerda que “se debería hacer sumando el capital de varias personas”.
El consultor asegura que hay oportunidades de valorización, siempre y cuando se evalúen muy bien, con buena asesoría. Para tener una primera orientación, recomienda preguntar en la curaduría sobre la norma urbana y el potencial del inmueble; esto, con el objetivo de tener claro el uso permitido en el sector en el que está ubicado. “Es importante tener claro que es una labor de largo aliento, que implica ser conscientes de qué se quiere. Además de los trámites de rigor, exige una gran suma de dinero”.
Juan Carlos Delgado, gerente general en Colombia de la empresa de servicios inmobiliarios Cushman & Wakefield, les ve potencial a los fondos inmobiliarios, aunque reconoce que la mayoría de los negocios que manejan son de grandes montos.
Centros comerciales y oficinas
Muestra de ello es el reciente informe de las ciudades con las calles más caras para comercio en el mundo.
Aun así, señala que localmente los vehículos de inversión se han abierto a las personas naturales. “De hecho, en nuestro caso existe la posibilidad de orientarlas sobre los activos que valen la pena; en ese sentido, vemos algo interesante en centros comerciales y oficinas, donde, ante la imposibilidad de que una sola persona pueda destinar grandes sumas de dinero, se reúnen varios capitales y así se logra una buena cantidad que puede generar buenas rentabilidades”.
De esta forma, tras dos años complicados las apuestas de los constructores e inmobiliarios están sobre la mesa, con un objetivo que -además de ganar con los negocios- busca satisfacer la demanda de los clientes.
Fuente: El Tiempo – Vivienda.